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Guillen Manuel Forcada

RELATIVISMO PARLAMENTARIO OREGONES

RELATIVISMO PARLAMENTARIO OREGONES

RELATIVISMO PARLAMENTARIO OREGONES

Pienso a veces que, algunos de los “policy makers” que deambulan por las Cortes de Aragón, así como los de algunas otras instituciones aragonesas, se dedican en el tiempo que teóricamente deberían destinar a tratar los asuntos públicos de este país, a ilustrarse y desarrollar su intelecto con la lectura de obras de Stephen Hawkings, o de Isaac Asimov. Y digo esto por la influencia que a mi parecer han ejercido sobre ellos teorías como la de la relatividad general o la teoría de cuerdas y de pliegues en el espacio profundo interestelar. Dado que en esta tierra nos acabamos conociendo todos bastante bien, no se me ocurre otra bien intencionada explicación para entender el por qué de la prisa en tramitar la ley de los grandes espacios de ocio y juego en Aragón, ahora a punto de aprobarse, y que ha llevado una tramitación record de unos dos meses y medio. Por el contrario, la tan prometida ley de lenguas, lleva unos 25 años de retraso, y la ley de la montaña ni visos de llegar a ser una realidad y eso que en su día contó con una Iniciativa Legislativa Popular que presentó un texto avalado por más de 15.000 firmas y fue rechazada a trámite por el parlamento.

Intentando establecer un patrón, o una fórmula matemática que aclare el misterio, creo que la clave podría determinarse en torno al elemento común, que hace que las leyes sean tramitadas a mayor velocidad. Es decir la causa de la curvatura en el espacio – tiempo político oregonés que facilita la creación de una supercuerda que une dos puntos del espacio político  de manera muchísimo más rápida para su consecución.

En esta búsqueda observaremos también otras leyes como la nueva ley del suelo, aprobada sin mayores incidentes y con un amplio consenso. También miraremos acciones de Gobierno en el desarrollo de estas leyes. Observaremos la frecuencia y flexibilidad de interpretación de los planes de ordenación urbana, y el fascinante concepto que los políticos oregoneses tienen del desarrollo sostenible.

De esta forma llegamos a la conclusión de determinar el elemento base de nuestro universo político, y he aquí el gran descubrimiento, ya que parece haber sido identificado. Este elemento, es el que determina que una ley llegue a ser considerada viable para que sea aprobada. Si en su desarrollo este elemento se viera afectado negativamente, bien por la desviación de recursos económicos que de una forma indirecta le perjudicaran, o simplemente impidieran su existencia en algún lugar de esta tierra oregonesa, esa ley no sería nunca aprobada, o convenientemente modificada para que ello no fuera un problema. Con esta última propiedad del elemento base al que nos referimos, queda hecha la demostración final que lo identifica. Está claro que hablamos del “Ladrillo”.

El ladrillo, ese maravilloso elemento fuente de vida de los políticos oregoneses, y  cuyas leyes fundamentales  marcan el comportamiento biológico de esta nutrida fauna (diputados, consejeros, asesores, y funcionarios con carnet entre otros), hace que este prosiga su expansión sin freno (Oregonose Big Rip). Es necesario, quienes no queremos pensar en Aragón como oregoneses que busquemos la forma de terminar con esta dinámica, tan española ella, y que tan negativos resultados nos ha dado.

Y quizás este sea el principal problema de nuestro régimen político. Que las leyes de comportamiento de nuestra fauna política no las marcan los ciudadanos sino el ladrillo y lo que luego les va a costar a ellos. No es un esfuerzo de dedicación a lo público lo que impera en la clase política, sino dedicación a manejar lo público al antojo del ladrillo. Un cambio, una regeneración democrática no solo es deseable y necesaria, yo diría imprescindible, más allá de cualquier patriotismo de opereta y de cualquier bandera están los ciudadanos. Este es el pensamiento real de TA y nuestro compromiso: Recuperar nuestra plena soberanía: un nuevo fuero como mejor forma de ejercer nuestra libertad en el que los ciudadanos tengan control real sobre la gente que ejerce política. Un nuevo Aragón donde la corrupción si tenga consecuencias políticas. Un país para todos donde una transparencia total y la participación ciudadana de forma directa en el control de las cuentas públicas terminen con la ley del ladrillo oregonés.

¡Entalto Aragón Sobirano!

 

 

2 comentarios

guillenf -

Gracias Tuca

En cierta forma he pensado en el humor de Oregon television, para devolverles a los españolistas sus iranías sobre nosotros.

Pienso que se lo merecen

Saludos

Guillen

Tuca -

Enhorabuena por el articulo, una metafora muy acertada sobre oregon y nuestros politicos ladrilleros