Blogia
Guillen Manuel Forcada

EL PROCESO DE KAFKANIZACION DE ARAGON

Los ciudadanos aragoneses, gentes sencillas con vidas adaptadas a la rutina que nos marca al trabajo de la sociedad moderna, observarán dentro de poco atónitos una inmensa bandera del Estado Español de 24 m2 al lado del monumento al hombre que luchó contra la tiranía del poder central absolutista español.

 

Al mismo tiempo, una conmemoración de los hechos de los sitios de Zaragoza, en los que miles de héroes dejaron sus vidas, gentes del pueblo llano, y sin embargo se está basando las celebraciones en la exaltación y glorificación del ejercito español, el cual en aquella guerra solo tubo un papel secundario.

 

El proyecto de Gran Scala, parece que ha encontrado un “caballito blanco” propio de una película de los hermanos Marx, pero en esta ocasión, Groucho Biel solo se encontró con que una empresa de oscura procedencia, entendió que comprar 2025 hectáreas por menos de 1 euro por metro cuadrado, y su recalificación para el desarrollo de este proyecto puede ser negocio. Claro el negocio de revender por lotes los terrenos. Vender por 500 lo que costó 20, pasando por 2 o 3 o más manos antes de llegar a materializarse, pero antes, el Gobierno de Aragón tendrá que invertir multimillonarias cantidades de dinero, para que  se vea algún comienzo de la inversión extranjera. Bien Groucho bien. ¿Y tu cuñado que tal?, contento ¿no? Ah! No que no es tu cuñado, será otro...(el mudo). Esta es la empresa de los líos, o tal vez ¿Chanchullos?

 

El municipio de Zaragoza sigue ocupado en un 40% de su superficie por instalaciones militares. Un aeropuerto militar compartiendo el civil, que implica una reserva importante de ventanas de vuelo para usos militares, y que sirve como una excusa más para AENA de bloquear el desarrollo civil del aeropuerto de Zaragoza (Que nadie se equivoque, una Terminal nueva no atrae rutas aéreas nuevas).

 

Hasta hace poco nuestros políticos aragoneses, habían decidido que el trasvase de agua del Ebro a Barcelona, era en realidad una transferencia hídrica, y les parecía bien, luego llovió y ya no era transferencia hídrica sino trasvase, y les parecía mal.

 

Pero además, y esto si no tiene ninguna gracia, la inflacción está en niveles del 4,7% el petróleo sigue imparable en su ascensión, el sector de los transportes medio arruinado clama por inmediatas subidas de sus tarifas, Trichet no tiene margen para bajar tipos, en todo caso subirlos, los ciudadanos hace tiempo que sentimos el “peso de la hipoteca” sobre nuestro cuello, los sueldos aragoneses son en su mayoría poco más que mileuristas, una cerveza pronto costará más de dos euros en el bar de la esquina, y las chicas de los clubs ven cada vez menos clientes...

 

¿En qué Aragón vivimos? Además de los problemas que nos reporta la estructura económica del Estado Español, soportamos los fantochadas militaristas de nuestros políticos que se preocupan más de demostrar su amor patrio español ¿Verdad Sr, Belloch? esperando de nuevo alguna cartera ministerial, o de oscuras operaciones inmobiliarias como la de la Gran Quimera de los Monegros, dejando a discreción de los elementos que llueva para pedir que no se haga transvase del Ebro.

 

Necesitamos un nuevo pensamiento social. Cambiar el chip. Los aragoneses deben de reaccionar, ya que es el peor de los momentos para permanecer pasivos. Ha llegado la hora de decir: ¡Basta de tonterías! ¿Quién nos Gobierna? Patrioteros españoles y fantoches. Pues fuera con ellos. Desde Tierra Aragonesa queremos un nuevo Aragón que sepa mirar al futuro y sin miedo, y desde la gestión de toda nuestra riqueza económica de forma soberana, poniendo fin a la unidad de mercado con el Estado Español. Hablamos de que Aragón no sea una nacionalidad, sino una NACION, con la traslación al terreno de lo político. A partir de ahí cambiaremos la cultura política y el pensamiento social. Un dato para la reflexión de todos: Si nos conformamos con poco seremos mediocres, y si somos mediocres deberemos seguir padeciendo a nuestros detestables politiquillos patrioteros y fantoches. Creo sinceramente que merecemos algo mejor.

 

0 comentarios