Un quimera a gran escala
Treinta y dos casinos, más de setenta hoteles, un campo de golf, cinco parques temáticos, sesenta y cinco mil puestos de trabajo, dieciocho mil millones de euros en inversiones, en una superficie de más de dos mil hectáreas, varias urbanizaciones. Estas son las cifras de “Gran Scala” que según nos prometen será el motor de cambio de la economía aragonesa, en un proyecto a desarrollarse durante los próximos 25 años, y que acabará, según sus promotores, haciendo que nada menos que 25 millones de turistas al año vengan a Aragón para visitar el macro complejo.
Pero es un proyecto cargado de interrogantes, y la primera de todas es su credibilidad, incluso antes, de entrar en las cuestiones éticas o de sostenibilidad. Este proyecto sería sin duda el más grande de toda Europa, y quizás del mundo si atendemos a las cifras que nos están facilitando.
Se ha especulado mucho en los medios de comunicación y la sociedad en general sobre este proyecto, no obstante sorprende a propios y extraños que la única fuente de información que tenemos desde la propia entidad promotora, además de una rueda de prensa, es http://ild-plc.com/es/project.html . La información facilitada sobre las empresas que componen el consorcio es escasa.
En realidad, no sabemos quien está detrás de Gran Scala. Con los datos que se nos ofrecen, sabemos que el conjunto de las empresas que están en el consorcio no tienen capacidad conjunta para asumir los costes económicos. Además las empresas más fuertes no tienen la política de invertir directamente en proyectos de este tipo, como sería el caso de UFA Assurances, Europtima, o la australiana Aristocrat Global Corporate. Básicamente son un consorcio de PROVEEDORES internacionales, no de inversores, que pretenden promover, no invertir.
Existen empresas que según se anuncia en esta página (o paginucha) web, serán presentes en el proyecto (Spyland Spain, Spaceport Gran Scala, Novomatic, y Aquantica). Serán las promotoras de los parques temáticos, que según entrevista realizada por Heraldo de Aragón a algunos de sus promotores, afirman estar buscando los inversores que pongan el dinero para poder poner en marcha los parques temáticos.
Como anécdota, el único casino presente en el consorcio, el enlace de la página web, está erróneo y no se ofrece información.
Si lo comparamos con Disneyland Resort Paris, que fue visitado en 2006 por 12,8 millones de turistas (y teniendo en cuenta que Paris ya es de por sí uno de los grandes destinos turísticos de Europa, y los monearos parten de cero en ese sentido), la empresa está compuesta por un 39,78% por Walt Disney Corporation, 10% por el príncipe saudí Alwaleed, y el 50,22% por otros accionistas, donde el capital corporativo, (fondos de inversión, bancos, y grandes inversores) está presente. Compuesto por dos macrorcomplejos de parques temáticos. Tardó 4 años en dar sus primeros beneficios, y los bancos acreedores se vieron obligados a condonar buena parte de los intereses de la deuda contraida en su construcción y promoción.
En el caso de Gran Scala, lo que seguro sabemos, es que ninguna entidad financiera se ha comprometido realmente a intervenir en la financiación o inversión. El capital corporativo tampoco aparece. Y la seriedad de sus inversores dista mucho de la de Disneyland Paris.
Con estos antecedentes, el Sr. Biel, y el Sr. Iglesias, pretenden, impulsar una legislación, que probablemente implicará LA REFORMA DEL ESTATUTO DE AUTONOMIA, para dar cobertura legal a la instalación masiva de casinos, una ley de cortes, además de varias normativas. Si esto de por sí ya es grave, con lo que ha costado llegar al consenso en la aprobación del estatuto, y un insulto a la ciudadanía por parte de los partidos políticos mayoritarios con representación en las Cortes, quieren además comprometer 600 millones de euros en la construcción de infraestructuras para el supuesto complejo. Dinero que podría utilizarse en mejorar la sanidad pública ofrenciendo servicios sanitarios en nuevas especialidades que no están disponibles en nuestro sistema sanitario de salud, o en medidas para mejorar la seguridad de los trabajadores que sirva para evitar muertes por accidentes, entre otros muchos destinos que la sociedad demanda y son acordes con la realidad.
Según mi criterio, este proyecto es rechazable desde mi punto de vista, por muchas razones éticas: Promoción de la ludopatía, insostenibilidad ecológica (no se aclara de donde se va sacar el agua de forma sostenida para alimentar el proyecto), serias dudas sobre su viabilidad económica (en el Estado Español no hay ningún parque temático que esté dando beneficios en este momento), con lo que se genera un crecimiento económico ficticio, donde el Gobierno de Aragón (que somos todos) probablemente tendría en su momento que intervenir, para evitar el despido masivo de trabajadores, ofreciendo compensaciones a la empresa (juego al que nos tiene muy acostumbrados General Motors Corporation).
Lo que si que ya está sirviendo este proyecto es para disparar la especulación urbanísitica. Muchos amiguicos están empezando a salir muy beneficiados de este asunto, se llegue a construir algún día o no.
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Por tanto, según lo veo yo solo hay dos posibilidades: La primera, no tienen un duro y están montando un circo a ver si consiguen que se invierta dinero en el proyecto. La segunda posibilidad es que sí haya dinero, y sea de oscura procedencia. Aquí nuestra imaginación puede volar: ¿Será Don Corleone quien quiere invertir el dinero que le sobra de algún paraíso fiscal?
1 comentario
ansotano -
Yo soi en contra tamién per custions sozio-politicas. Pero de igual manera que contra la luita nuclear existiban os "no in my back door" que no yeran ecolochistas sino torrers, tamien cal argumentazions contrarias dende esta bision.
Y esto ye lo que mas les flore a muitos de os que son a fabor d'es estrpaluzio clamau Gran Stafa.