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Guillen Manuel Forcada

Bipartidismo y país

Anoche asistimos al previsible triste espectáculo del bipartidismo reinante el Estado Español. Dos candidatos aspirantes a presidente de Gobierno, que se reprocharon, interrumpieron, hablaban a la vez, criticaban, jugaban con las cifras como su las matemáticas fueran materia subjetiva, y fueron incapaces de llegar a ningún acuerdo, ni tan siguiera a hacer una triste propuesta. Fue una magnífica oportunidad que esperaban los ciudadanos para escuchar alguna propuesta sorpresa, pero no, no fue así y todo resultó según lo previsto.

El problema de un bipartidismo tan extremamente tensionado como el que vivimos en el territorio español en la actualidad, es su incapacidad de llegar acuerdos. El reproche y la crispación irreconciliable parecen vislumbrarse como propios de una cultura política con nuevo cuño "Made in Spain". Si no hay acuerdos no hay proyecto de país. El problema del Estado Español no son los nacionalismos periféricos. Es el bipartidismo embrutecido, que divide y crispa a toda la sociedad y amenaza con irse radicalizando más en todos los ámbitos sociales.

Como ciudadano me pregunto si la falta de talla política y la mediocreidad deben de ser la tónica en la política democrática del Estado de derecho. Y digo esto, porque no sucede solo en el ámbito estatal. En el aragonesismo político, por ejemplo, el bipartidismo es patente entre el aragonesismo de centro derecha y de centro izquierda, casi hasta el punto de lo irreconcilable. Tampoco son capaces de llegar a acuerdos. Y por tanto tampoco vemos un proyecto serio de país para Aragón.

En Acción Cultural Nacionalistas de Aragón partimos de la necesidad de romper la dinámica de división existente. Si queremos realmente construir un país, tenemos que pensar un proceso. Un verdadero proceso de Construcción Nacional Aragonés. Esto es lo prioritario. Un proceso donde todos los sectores sociales confluyan y acuerden su impulso, es decir: Un concepto transversalista de la política.  Este es el motivo por el cual cuando fundamos Tierra Aragonesa nos declaramos transversales. El transversalismo auna voluntades por la construcción del país, que es nuestra primera voluntad.

Obviamente no podemos quedarnos ahí y tenemos que mostrar el tipo de país que queremos, por ello tambien somos progresistas. Pero siempre desde una perspectiva transversal. Debemos de intentar llegar a acuerdos, primero entre nosotros, los sectores nacionalistas o/y soberanistas aragoneses, luego en la medida de lo posible con los aragonesistas, sin pervertir el fin último: La recuperación de nuestra identidad cultural y de la plena soberanía política y económica de Aragón.

Si no somos capaces de entendernos, si caemos en la división y la crispación, seremos en verdad, buenos españoles.

 

 

 

 

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aragonesyprau -

Muita suarde en o Senato